Alrededor del padecimiento de este tipo de sensibilidad, se asocian diferentes causas. Las que se presentan con mayor frecuencia y han sido avaladas científicamente son las siguientes:

• Altos niveles de decibeles. Tolerar un alto nivel de decibeles por mucho tiempo.
• Emisión violenta de sonidos. Algunos sonidos pueden producirse de forma violenta, como el disparo de un arma, por ejemplo. Estos desencadenan un volumen considerable de decibelesque provoca daños auditivos.
• Depresión. Entre los signos de esta enfermedad se incluye esta molestia.
• Contusión cerebral. La lesión que causa puede afectar las funciones auditivas.
• Migraña. Entre el nivel de dolor que provoca puede comprometer la respuesta auditiva.

Como parte de los síntomas o consecuencias de algunas enfermedades también suele generarse la hiperacusia. Dentro de ellas resaltan la enfermedad de Lyme, de Menière, acúfenos, parálisis facial periférica, entre otras.

En la actualidad, una de las soluciones indicadas para la hiperacusia es la implementación de terapias. Este tipo de tratamiento busca que el paciente tolere mejor los ruidos. Por otro lado, la vía quirúrgica no forma parte de los tratamientos viables para este padecimiento.

A esto se suma la realización de terapias por medio del entrenamiento para acúfenos. Y en complemento es recomendable el consumo de antiinflamatorios esteroides. Todo depende de las causas que produjeron este padecimiento para impartir las medidas apropiadas.

Por lo tanto, una solución infalible es poner en práctica la prevención básica. Esto consiste en minimizar la exposición o tolerancia a niveles peligrosos de ruido. De este modo, es posible evitar que se produzcan las secuelas que comprometan tu audición.